miércoles, 8 de septiembre de 2010

Lima Prehispánica

Puruchuco - Ate Vitarte
Siguiendo con el análisis de la expresión arquitectónica de Lima prehispánica, encontramos, como mencionamos anteriormente, templos, centro ceremoniales, palacios y fortificaciones en general[1].

Como antecedente no está demás mencionar, entre otras cosas, cómo se incorporaron otros aspectos, no específicamente relacionados a la arquitectura, pero no por eso menos importantes de este período.

En los Andes centrales, ocurrieron sucesos fundamentales para el desarrollo de la alta cultura de la región. Sin embargo, estos hechos, serían, posteriormente, los que de alguna manera dieron origen al inicio de la expresión en las construcciones en nuestro territorio. En primer lugar, la cerámicaque apareció en Costa (Casma y Comarca limeña en Ancón), Sierra (Ayacucho) y Selva (Ucayali).[2] Es necesario mencionar el origen de la cerámica puesto que, contribuyó a mejorar el estándar de vida, porque así como en la construcción de fortificaciones, fue un paso importante, ya que perfeccionó la preparación de los alimentos. En segundo lugar, la aparición del telar fue otro paso en la evolución, en la búsqueda de modernidad y nuevas tendencias.

Por otro lado, las prácticas agrícolas evolucionaron y mejoraron también, a través de la invención de sistemas de riego artificiales y de técnicas de nivelación de grandes áreas [3]. Esta innovación propulsó e incitó a que se dieran otras variantes, precisamente, en la Comarca de Lima. Pues en esta ciudad, se aplicaron nuevos cambios al centro ceremonial de El Paraíso, donde se procuró aprovechar el agua en la expresión arquitectónica limeña, mediante la construcción de canales y explanaciones.

Posteriormente, y explícitamente en la costa, los pueblos se duplicaron y por ende, sus pobladores se multiplicaron. Por esta razón, las aldeas se vieron necesitadas de mayores factores de satisfacción de atención técnica, científica y religiosa. Es precisamente en este momento en el cual la arquitectura entra a tallar como medio de solución: la construcción de grandes centros ceremoniales. Los cuales se ubicarían estratégicamente en valles y cerca de los ríos. Este hecho, marcó un hito en la vida de los pueblos de la región.

Entrando de lleno en las construcciones más representativas de ésta época, podemos nombrar la Huaca Pucllana, que fue uno de los centros ceremoniales más importantes de la Cultura Lima. La función que cumplía este tipo de centro administrativo era, básicamente, organizar a la población, controlando la producción y generando intercambio de productos, pero también se encargaba de la ejecución de ceremonias. El cumplimiento de las funciones estaba a cargo de sacerdotes, quienes al mismo tiempo desempeñaban un rol cívico-religioso[4].

Asimismo, el complejo arquitectónico Maranga, compuesto por 14 pirámides y 50 edificios aproximadamente, lo convierte en uno de los sitios arqueológicos más grandes del Perú [5].

Y finalmente, el centro arqueológico Pachacamac, ubicado a 31 km del sur Lima, fue un importante centro ceremonial y religioso, y en él se puede apreciar y recalcar la expresión arquitectónica de la época prehispánica [6].


En conclusión, un sin fin de costumbres, personalidades y demás, se dejan observar en las fortificaciones de la época, y  de esta forma podemos comprender a nuestros antepasados.


[1] Cfr. Agurto 1984: 22
[2] Cfr. Agurto 1984: 59
[3] Cfr. Agurto 1984: 59
[4] Cfr. Pucllana
[5] Cfr. Noticias de Antropología y Arqueología
[6] Cfr. Pachacámac Perú




0 comentarios:

Publicar un comentario